Mente

¿Has hecho consciencia sobre cuántas de las ideas o creencias que tienes, y que consideras irrefutables, existen sin que cuestiones la realidad del por qué existen en ti? Muchas veces vemos las situaciones que nos ocurren o que nos rodean como algo mucho más difícil o muy diferente de lo que realmente son, simplemente porque así lo asumimos y lo tomamos como una verdad absoluta. Nuestro cerebro asume o da por hecho algo que, muchas veces, no ha comprobado y, sobre ese dato irreal, basamos nuestras emociones.

Cuando elegimos concentrar nuestro poder en una realidad parcial, limitamos nuestra percepción y cambiamos de una forma profunda nuestras experiencias. Muchas veces, sin saberlo, le cerramos las puertas a experiencias y personas, por creer que conocemos sus intenciones o consecuencias. Es importante que nosotros mismos aceptemos que, muchas veces no vemos la realidad que nos rodea de una forma objetiva, sino está viciada por nuestras experiencias pasadas, influencias exteriores o juicios; en donde, como mecanismo de defensa, es más fácil suponer, que cuestionarnos la certeza sobre lo que pensamos. Cuestionémonos, ¿de dónde viene eso que supongo, será porque es algo que también puedo ver en mí y sólo lo estoy proyectando?

El reto es hacer un esfuerzo por transformar lo que interpretamos, basados en lo que realmente existe y no en lo que nuestra mente quiere interpretar desde nuestras heridas del pasado.

Lo que elegimos ver y lo que nos decimos sobre eso que vemos, puede cambiar nuestro mundo.

Be & Dream